Este blog permitirá transportarnos a un mundo de mitos y leyendas que han sido transmitidos de generación en generación, en el cual siempre cabe el asombro, la imaginación, generando diversas miradas que despiertan éstos relatos ancestrales, cuya vigencia sobrevive aún en nuestros días, en el cual vivimos de manera acelerada permitiendo el recordar estas historias fabulosas, nos hace transportar a aquellas épocas en el cual se va transformando, enriqueciendo, desafiando e incluso acelerando el intercambio entre culturas, antes distantes y remotas. Hoy con la tecnología podemos transmitirlas a todas las personas aportando y no dejando morir nuestra cultura.
jueves, 23 de abril de 2009
MITOS
Definición de Mito: hace referencia a un relato simbólico o idealizado, un relato de hechos maravillosos protagonizado por personajes sobrenaturales o extraordinarios. Se considera una Narración fabulosa e imaginaria que intenta dar una explicación no racional a la realidad.
Los mitos forman parte del sistema religioso de una cultura, la cual los considera historias verdaderas. Su función es otorgar un respaldo narrativo a las creencias centrales de la comunidad.
TIPOS DE MITOS
Se distinguen varias clases de mitos.
1. Mitos cosmogónicos: intentan explicar la creación del mundo. Son los más universalmente extendidos y de los que existe mayor cantidad. A menudo, se sitúa el origen de la tierra en un océano primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una función determinante en esta creación; en este caso, tales gigantes, que suelen ser semidioses, constituyen la primera población de la tierra.
2. Mitos teogónicos: relatan el origen de los dioses. Por ejemplo, Atenea surge armada de la cabeza de Zeus.
3. Mitos antropogónicos: narran la aparición del ser humano, quien puede ser creado a partir de cualquier materia, viva (un árbol, un animal) o inerte (polvo, lodo, arcilla, entre otros). Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra. Normalmente están vinculados a los mitos cosmogónicos.
4. Mitos etiológicos: explican el origen de los seres, las cosas, las técnicas y las instituciones.
5. Mitos morales: explican la existencia del bien y del mal.
6. Mitos fundacionales: cuentan cómo se fundaron las ciudades por voluntad de dioses. Un ejemplo es el de la fundación de Roma por dos gemelos, Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una loba.
7. Mitos escatológicos: anuncian el futuro, el fin del mundo. Siguen teniendo amplia audiencia. Estos mitos comprenden dos clases principales, según el elemento que provoque la destrucción del mundo: el agua o del fuego. A menudo están vinculados a la astrología. La inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes naturales que aterrorizan a los humanos.
TIPOS DE PERSONAJES
Las categorías de personajes del mito incluyen, entre otros, al héroe cultural, dios que mata o que es envidioso, madre tierra, gigantes, entre otros. Uno de los medios más comunes de clasificación es mediante la utilización de oposiciones binarias. Zeus y los titanes, blanco y negro, viejo y joven, alto y bajo son las características que reflejan la necesidad humana de convertir diferencias de grado en diferencias de clase.
EL MITO TIENE DIFERENTES ACEPCIONES.
1. Fábula, ficción alegórica, especialmente en materia religiosa.
En este primer sentido, se incluye un amplio elenco de relatos pseudo históricos, legendarios o épicos, protagonizados normalmente por seres que sobrepasan la condición humana. En el cual se consideran los mitos como leyendas de dioses, héroes y monstruos.
2. En una segunda acepción, un mito es una narración fabulosa y, por ende, puramente inventada, denominada ficción. El uso del término se refiere a la imposibilidad o falsedad de algo que se dice "eso es un mito", en un sentido que asimila abiertamente "mito" a "cuento chino".
3. Un tercer sentido lo otorga la consideración de los mitos en tanto que habla de "historias sagradas", esto es, "relatos verdaderos que plasman problemas recurrentes y contradicciones socio-culturales de la condición humana". Así, se engloba en esta acepción al conjunto de narraciones tenidas por sagradas y verdaderas en determinados contextos culturales.
4. El cuarto sentido del "mito", es un tanto más impreciso que los anteriores pero muy corriente en el lenguaje coloquial, y es aquel que se utiliza cuando, se refiere a personajes famosos o populares, decimos que fulano o mengano "es un mito", o que tal o cual evento es "mítico".
Los mitos forman parte del sistema religioso de una cultura, la cual los considera historias verdaderas. Su función es otorgar un respaldo narrativo a las creencias centrales de la comunidad.
TIPOS DE MITOS
Se distinguen varias clases de mitos.
1. Mitos cosmogónicos: intentan explicar la creación del mundo. Son los más universalmente extendidos y de los que existe mayor cantidad. A menudo, se sitúa el origen de la tierra en un océano primigenio. A veces, una raza de gigantes, como los titanes, desempeña una función determinante en esta creación; en este caso, tales gigantes, que suelen ser semidioses, constituyen la primera población de la tierra.
2. Mitos teogónicos: relatan el origen de los dioses. Por ejemplo, Atenea surge armada de la cabeza de Zeus.
3. Mitos antropogónicos: narran la aparición del ser humano, quien puede ser creado a partir de cualquier materia, viva (un árbol, un animal) o inerte (polvo, lodo, arcilla, entre otros). Los dioses le enseñan a vivir sobre la tierra. Normalmente están vinculados a los mitos cosmogónicos.
4. Mitos etiológicos: explican el origen de los seres, las cosas, las técnicas y las instituciones.
5. Mitos morales: explican la existencia del bien y del mal.
6. Mitos fundacionales: cuentan cómo se fundaron las ciudades por voluntad de dioses. Un ejemplo es el de la fundación de Roma por dos gemelos, Rómulo y Remo, que fueron amamantados por una loba.
7. Mitos escatológicos: anuncian el futuro, el fin del mundo. Siguen teniendo amplia audiencia. Estos mitos comprenden dos clases principales, según el elemento que provoque la destrucción del mundo: el agua o del fuego. A menudo están vinculados a la astrología. La inminencia del fin se anuncia por una mayor frecuencia de eclipses, terremotos, y toda clase de catástrofes naturales que aterrorizan a los humanos.
TIPOS DE PERSONAJES
Las categorías de personajes del mito incluyen, entre otros, al héroe cultural, dios que mata o que es envidioso, madre tierra, gigantes, entre otros. Uno de los medios más comunes de clasificación es mediante la utilización de oposiciones binarias. Zeus y los titanes, blanco y negro, viejo y joven, alto y bajo son las características que reflejan la necesidad humana de convertir diferencias de grado en diferencias de clase.
EL MITO TIENE DIFERENTES ACEPCIONES.
1. Fábula, ficción alegórica, especialmente en materia religiosa.
En este primer sentido, se incluye un amplio elenco de relatos pseudo históricos, legendarios o épicos, protagonizados normalmente por seres que sobrepasan la condición humana. En el cual se consideran los mitos como leyendas de dioses, héroes y monstruos.
2. En una segunda acepción, un mito es una narración fabulosa y, por ende, puramente inventada, denominada ficción. El uso del término se refiere a la imposibilidad o falsedad de algo que se dice "eso es un mito", en un sentido que asimila abiertamente "mito" a "cuento chino".
3. Un tercer sentido lo otorga la consideración de los mitos en tanto que habla de "historias sagradas", esto es, "relatos verdaderos que plasman problemas recurrentes y contradicciones socio-culturales de la condición humana". Así, se engloba en esta acepción al conjunto de narraciones tenidas por sagradas y verdaderas en determinados contextos culturales.
4. El cuarto sentido del "mito", es un tanto más impreciso que los anteriores pero muy corriente en el lenguaje coloquial, y es aquel que se utiliza cuando, se refiere a personajes famosos o populares, decimos que fulano o mengano "es un mito", o que tal o cual evento es "mítico".
Publicado por Tony Echeverria en 14:42 0 comentarios
MITOLOGÍA
Definición de mitología: es un complejo universo de construcción colectiva que traduce las interrogantes que un pueblo se hace a sí mismo, en un determinado momento de la historia. Y desde este punto de vista, un mito, refleja los aspectos ya sea sociológicos, filosóficos o estéticos y puede ser abordado desde diferentes enfoques tales como la antropología, el arte o la religión.
La fascinación que despierta hoy en día este tipo de relatos, sobrevive intacta hasta nuestros días ya que se pasan de generación en generación por medio de nuestros abuelos hasta los nietos.
El mito y la leyenda subsisten, a través de las diferentes máscaras, como una ventana hacia lo simbólico, es como un puente necesario que conecta razón e intuición.
MITOLOGÍA PIPIL
La Mitología Pipil es una extensión cultural conocida como Nahuat, practicada por los pueblos Pipiles.
La religión pipil estaba ligada al ciclo vital, al nacimiento, vida y muerte, también a las actividades económicas: la caza, la pesca y la agricultura. Asociadas a estas actividades estaban la observación de los astros para la predicción de los fenómenos cíclicos de la naturaleza y la adoración a estos astros, a la lluvia, al rayo, al trueno, entre otros.
DIOSES PRINCIPALES Y CRIATURAS SOBRENATURALES
Quetzalcóatl, dios principal de los pipiles. El dios primordial de los pipiles era Téotl. Como dioses secundarios estaban Quetzalcóatl e Itzqueye; en tercer plano Tal (Tezcatlipoca), y entre otros: Metzi (Metztli), Tonal (Tonatiuh), Chalchitlicue, Xipe Totec, Ehecat (Ehécatl), entre otros.
Según las leyendas pipiles, ellos habían seguido al emperador tolteca-chichimeca Ce Acatl Topiltzin, llamado Quetzalcóatl o Quetzalcoat, (en Nahuat o pipil). En su huida de Tula al ser derrocado por los adoradores de Tezcatlipoca, los pipiles en sus leyendas establecen que Quetzalcoat fundó las ciudades de Tecpán Izalco (actual Izalco y Caluco) y Cuzcatlán (actual Antiguo Cuscatlán. Esta ciudad se convirtió en la capital del reino pipil o Señorío de Cuzcatlán), es por eso que Quetzalcoatl se convierte en el dios principal de los pipiles (al igual como lo es Huitzilipolochtli en la religión azteca).
Los pipiles adoptaron a Itzqueye como la esposa de Quetzalcoatl. A ambos se les ofrecía después de la guerra una fiesta llamada Mitote, que, según el cronista español Diego Carcía Palacios, después de haber vencido la guerra el Cacique o Tagatécu le informaba al Tecti (Papa o Sacerdote principal) que este organizara el mitote. El Tehuamatine (que predecía la suerte o las predicciones) preguntaba si era a Quetzalcoatl o a Itzqueye a quien ofrecerían el mitote. Si era a Quetzlacoatl duraba 15 días y si era a Itzqueye duraba 5 días; cada jornada se sacrificaba un esclavo de guerra y después venía una fiesta estridente.
Tlaloc tenía ayudantes llamados muchachos de la lluvia (tepeúa) que controlaban las estaciones y son, además, los descubridores del maíz. En las leyendas pipiles los mitos se enfocan en los niños o muchachos de la lluvia. Para los pipiles Tonal y Metzi son hermanos que pelean eternamente. Fue en los pipiles donde se originaron las leyendas del Cadejo, el Cipitio, la Sihuanaba, entre otros.
SÍMBOLOS Y LEYENDAS; HÉROES Y DIOSES, es el medio en el que se configuran universos en forma paralela, es una frontera en la que se confunde lo sagrado y lo profano, proviniendo de una misteriosa energía inimaginable y que conlleva a seguir soñando con un mundo fantasioso. Por todo el planeta rebotan ecos de los arquetipos mitológicos más allá del espacio y del tiempo.
La fascinación que despierta hoy en día este tipo de relatos, sobrevive intacta hasta nuestros días ya que se pasan de generación en generación por medio de nuestros abuelos hasta los nietos.
El mito y la leyenda subsisten, a través de las diferentes máscaras, como una ventana hacia lo simbólico, es como un puente necesario que conecta razón e intuición.
MITOLOGÍA PIPIL
La Mitología Pipil es una extensión cultural conocida como Nahuat, practicada por los pueblos Pipiles.
La religión pipil estaba ligada al ciclo vital, al nacimiento, vida y muerte, también a las actividades económicas: la caza, la pesca y la agricultura. Asociadas a estas actividades estaban la observación de los astros para la predicción de los fenómenos cíclicos de la naturaleza y la adoración a estos astros, a la lluvia, al rayo, al trueno, entre otros.
DIOSES PRINCIPALES Y CRIATURAS SOBRENATURALES
Quetzalcóatl, dios principal de los pipiles. El dios primordial de los pipiles era Téotl. Como dioses secundarios estaban Quetzalcóatl e Itzqueye; en tercer plano Tal (Tezcatlipoca), y entre otros: Metzi (Metztli), Tonal (Tonatiuh), Chalchitlicue, Xipe Totec, Ehecat (Ehécatl), entre otros.
Según las leyendas pipiles, ellos habían seguido al emperador tolteca-chichimeca Ce Acatl Topiltzin, llamado Quetzalcóatl o Quetzalcoat, (en Nahuat o pipil). En su huida de Tula al ser derrocado por los adoradores de Tezcatlipoca, los pipiles en sus leyendas establecen que Quetzalcoat fundó las ciudades de Tecpán Izalco (actual Izalco y Caluco) y Cuzcatlán (actual Antiguo Cuscatlán. Esta ciudad se convirtió en la capital del reino pipil o Señorío de Cuzcatlán), es por eso que Quetzalcoatl se convierte en el dios principal de los pipiles (al igual como lo es Huitzilipolochtli en la religión azteca).
Los pipiles adoptaron a Itzqueye como la esposa de Quetzalcoatl. A ambos se les ofrecía después de la guerra una fiesta llamada Mitote, que, según el cronista español Diego Carcía Palacios, después de haber vencido la guerra el Cacique o Tagatécu le informaba al Tecti (Papa o Sacerdote principal) que este organizara el mitote. El Tehuamatine (que predecía la suerte o las predicciones) preguntaba si era a Quetzalcoatl o a Itzqueye a quien ofrecerían el mitote. Si era a Quetzlacoatl duraba 15 días y si era a Itzqueye duraba 5 días; cada jornada se sacrificaba un esclavo de guerra y después venía una fiesta estridente.
Tlaloc tenía ayudantes llamados muchachos de la lluvia (tepeúa) que controlaban las estaciones y son, además, los descubridores del maíz. En las leyendas pipiles los mitos se enfocan en los niños o muchachos de la lluvia. Para los pipiles Tonal y Metzi son hermanos que pelean eternamente. Fue en los pipiles donde se originaron las leyendas del Cadejo, el Cipitio, la Sihuanaba, entre otros.
SÍMBOLOS Y LEYENDAS; HÉROES Y DIOSES, es el medio en el que se configuran universos en forma paralela, es una frontera en la que se confunde lo sagrado y lo profano, proviniendo de una misteriosa energía inimaginable y que conlleva a seguir soñando con un mundo fantasioso. Por todo el planeta rebotan ecos de los arquetipos mitológicos más allá del espacio y del tiempo.
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LEYENDAS
Definición de Leyenda es una narración oral o escrita de acontecimientos fantásticos, con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos y que generalmente quiere hacerse pasar por verdadera o fundada en la verdad, o ligada en todo caso a un elemento de la realidad.
CARACTERÍSTICAS DE UNA LEYENDA:
Relato fabuloso. Relación que tiene más sucesos imaginarios que históricos. Son relatos de sucesos fabulosos, que se transmiten de una generación a otra, ya sea que se cuenten oralmente o por escrito.
Narración de acontecimientos fantásticos, que se consideran como parte de la historia de una colectividad o lugar.
Es una narración, oral o escrita, en prosa o en verso, de apariencia más o menos histórica con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos que se trasmiten por tradición. Son narraciones que contienen elementos fantásticos y que se refieren aun pasado que puede corresponder a un tiempo histórico real. Las leyendas están emparentadas con los mitos.
Generalmente se refieren a una serie de acontecimientos que tienen más de maravillosos que de verdaderos, pero, a diferencia de los mitos, no tienen la intención de explicar un origen cósmico o divino y contiene un componente histórico fusionado con el folklore.
Se define leyenda como una forma literaria, marcada por la naturaleza del lugar en que se origina. Su contenido tiene directa relación con la geografía, y con un hecho real que, repetido o exagerado, integra el acervo folclórico.
La creación colectiva, la transmisión oral, es decir, al ámbito del folklore. De folk, pueblo, y llore, sabiduría, él termino fue utilizado por primera vez a mediados del siglo XIX en Inglaterra por William Jon Thomas (Umbrosa Melton), para referirse a “Las antigüedades populares o literatura popular”, y puede traducirse como “sabiduría popular” o “saberes del pueblo”.
Se consideran como parte de la historia de una colectividad o lugar. Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia son transformadas con supresiones, añadidos o modificaciones.
Se pueden citar algunos ejemplos de leyendas de América.
ü Carruaje. Leyendas de Colombia. Leyendas de América.
ü La misión del colibrí. Leyendas de Perú. Leyendas de América.
ü El creador de la Patagonia. Leyendas de Argentina. Leyendas de América.
ü Quetzalcóatl. Leyendas de México. Leyendas de América.
ü La siguanaba (El Salvador)
Todas estas leyendas, al igual que las fabulas también están dotadas de un afán moralizador y que a través de las primeras conocemos lo histórico de nuestra civilización y el carácter maravilloso y fantástico de nuestro pueblo.
Entre las narraciones más populares se tiene: El Cipitío, La Siguanaba , El Cadejo, El Gritón de Medianoche y otros en cuyos contenidos se puede advertir que reflejan hechos que ocurren en el entorno del salvadoreño(a) (en la familia, en el trabajo, etc.).
El folclore de El Salvador, o sus expresiones culturales populares, comparte rasgos comunes a la región mesoamericana. La presencia de las civilizaciones ancestrales de los Mayas, Toltecas, Nahuas -entre otras- , dejaron su presencia en muchos de los aspectos de la vida cotidiana de la región.
En la población salvadoreña actual, el resultado de toda esa mezcla original hispana y prehispánica es su folklore. Algunas manifestaciones no han resistido la modernidad y tienden a desaparecer. Entre las más fundamentales de esas influencias ha sido la emigración permanente a los Estados Unidos que en gran manera ha cambiado muchas expresiones populares en los últimos treinta años.
CARACTERÍSTICAS DE UNA LEYENDA:
Relato fabuloso. Relación que tiene más sucesos imaginarios que históricos. Son relatos de sucesos fabulosos, que se transmiten de una generación a otra, ya sea que se cuenten oralmente o por escrito.
Narración de acontecimientos fantásticos, que se consideran como parte de la historia de una colectividad o lugar.
Es una narración, oral o escrita, en prosa o en verso, de apariencia más o menos histórica con una mayor o menor proporción de elementos imaginativos que se trasmiten por tradición. Son narraciones que contienen elementos fantásticos y que se refieren aun pasado que puede corresponder a un tiempo histórico real. Las leyendas están emparentadas con los mitos.
Generalmente se refieren a una serie de acontecimientos que tienen más de maravillosos que de verdaderos, pero, a diferencia de los mitos, no tienen la intención de explicar un origen cósmico o divino y contiene un componente histórico fusionado con el folklore.
Se define leyenda como una forma literaria, marcada por la naturaleza del lugar en que se origina. Su contenido tiene directa relación con la geografía, y con un hecho real que, repetido o exagerado, integra el acervo folclórico.
La creación colectiva, la transmisión oral, es decir, al ámbito del folklore. De folk, pueblo, y llore, sabiduría, él termino fue utilizado por primera vez a mediados del siglo XIX en Inglaterra por William Jon Thomas (Umbrosa Melton), para referirse a “Las antigüedades populares o literatura popular”, y puede traducirse como “sabiduría popular” o “saberes del pueblo”.
Se consideran como parte de la historia de una colectividad o lugar. Se transmite habitualmente de generación en generación, casi siempre de forma oral, y con frecuencia son transformadas con supresiones, añadidos o modificaciones.
Se pueden citar algunos ejemplos de leyendas de América.
ü Carruaje. Leyendas de Colombia. Leyendas de América.
ü La misión del colibrí. Leyendas de Perú. Leyendas de América.
ü El creador de la Patagonia. Leyendas de Argentina. Leyendas de América.
ü Quetzalcóatl. Leyendas de México. Leyendas de América.
ü La siguanaba (El Salvador)
Todas estas leyendas, al igual que las fabulas también están dotadas de un afán moralizador y que a través de las primeras conocemos lo histórico de nuestra civilización y el carácter maravilloso y fantástico de nuestro pueblo.
Entre las narraciones más populares se tiene: El Cipitío, La Siguanaba , El Cadejo, El Gritón de Medianoche y otros en cuyos contenidos se puede advertir que reflejan hechos que ocurren en el entorno del salvadoreño(a) (en la familia, en el trabajo, etc.).
El folclore de El Salvador, o sus expresiones culturales populares, comparte rasgos comunes a la región mesoamericana. La presencia de las civilizaciones ancestrales de los Mayas, Toltecas, Nahuas -entre otras- , dejaron su presencia en muchos de los aspectos de la vida cotidiana de la región.
En la población salvadoreña actual, el resultado de toda esa mezcla original hispana y prehispánica es su folklore. Algunas manifestaciones no han resistido la modernidad y tienden a desaparecer. Entre las más fundamentales de esas influencias ha sido la emigración permanente a los Estados Unidos que en gran manera ha cambiado muchas expresiones populares en los últimos treinta años.
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LA HISTORIA DEL CADEJO. (Un espíritu protector)
El Cadejo es un mito que existe en casi todo el país, de él se cuentan muchas historias; según las personas que lo han visto dicen que existen dos tipos: el blanco y el negro.
La historia del cadejo es que es un perro que se aparece a la media noche. Cuentan que si a una persona se le aparece el perro negro, el perro blanco lo defiende, pero si esta persona es mala, la mata. Una particularidad del cadejo negro cuando persigue a su víctima es aruñar el suelo con sus garras. Si el sonido se oye cerca es que el está lejos de ti pero acercándose lentamente y cuando se oye lejos es que ya lo tiene la persona muy cerca, prácticamente encima, y es lo último que se escuchará antes de ser atacado.
El blanco es bueno, va detrás del caminante solitario para protegerlo por las noches de los malos espíritus. Cuenta la leyenda que al Cadejo jamás hay que hacerle daño, porque entonces él se lanza sobre su agresor y lo revuelca en el suelo, lo muerde y lo deja herido mortalmente. El Cadejo blanco es un espíritu que protege al hombre que sale por las noches. Es un guardián que siempre acompaña a la persona hasta dejarla en su casa.
En cambio, el Cadejo negro deambula por las noches, éste carga un collar blanco. Es un espíritu malo que ataca y mata a los caminantes nocturnos, “es el enemigo del trasnochador”. Cuando éste encuentra en su camino a un individuo, se abalanza sobre él, lo derriba, lo golpea, lo deja mal herido y sin sentido, aunque no lo muerde. El sujeto agredido queda tonto, tartamudo, con mucha fiebre y posteriormente muere.
Si el Cadejo blanco encuentra al Cadejo negro en el camino se genera entre ambos una tremenda y sangrienta lucha, hasta que cae vencido el negro. El blanco se asegura de que el sujeto que acompañaba el negro esté a salvo.
El cadejo blanco representa a un espíritu de luz que protege a todos los fieles creyentes y no permite que el cadejo negro se robe el alma de los recién nacidos o de los niños pequeños principalmente los que viven alejados de los pueblos.
Se dice que el cadejo negro es normalmente ahuyentando de las viviendas con el humo del incienso que en El Salvador se conoce como Sahumerio.
La historia del cadejo es que es un perro que se aparece a la media noche. Cuentan que si a una persona se le aparece el perro negro, el perro blanco lo defiende, pero si esta persona es mala, la mata. Una particularidad del cadejo negro cuando persigue a su víctima es aruñar el suelo con sus garras. Si el sonido se oye cerca es que el está lejos de ti pero acercándose lentamente y cuando se oye lejos es que ya lo tiene la persona muy cerca, prácticamente encima, y es lo último que se escuchará antes de ser atacado.
El blanco es bueno, va detrás del caminante solitario para protegerlo por las noches de los malos espíritus. Cuenta la leyenda que al Cadejo jamás hay que hacerle daño, porque entonces él se lanza sobre su agresor y lo revuelca en el suelo, lo muerde y lo deja herido mortalmente. El Cadejo blanco es un espíritu que protege al hombre que sale por las noches. Es un guardián que siempre acompaña a la persona hasta dejarla en su casa.
En cambio, el Cadejo negro deambula por las noches, éste carga un collar blanco. Es un espíritu malo que ataca y mata a los caminantes nocturnos, “es el enemigo del trasnochador”. Cuando éste encuentra en su camino a un individuo, se abalanza sobre él, lo derriba, lo golpea, lo deja mal herido y sin sentido, aunque no lo muerde. El sujeto agredido queda tonto, tartamudo, con mucha fiebre y posteriormente muere.
Si el Cadejo blanco encuentra al Cadejo negro en el camino se genera entre ambos una tremenda y sangrienta lucha, hasta que cae vencido el negro. El blanco se asegura de que el sujeto que acompañaba el negro esté a salvo.
El cadejo blanco representa a un espíritu de luz que protege a todos los fieles creyentes y no permite que el cadejo negro se robe el alma de los recién nacidos o de los niños pequeños principalmente los que viven alejados de los pueblos.
Se dice que el cadejo negro es normalmente ahuyentando de las viviendas con el humo del incienso que en El Salvador se conoce como Sahumerio.
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LA LEYENDA DE LA SIGUANABA
“La Siguanaba“, llamada también, La Sihuanaba, es un personaje de la mitología salvadoreña, y de Guatemala.
La Siguanaba (del quiché Siguan barranco, abismo Waná Hermana y B’a Espectro) es un ser mitológico en forma de mujer fantasma de hermoso cuerpo que se les presenta a los hombres que son infieles. Al mirarla de cerca tiene el rostro de una yegua. Según el relato cultural, aparece regularmente en las áreas donde no hay mucha infraestructura, especialmente en los basureros y barrancos, a donde lleva a los hombres enamorados de ella y los hace caer haciendo que pierdan la vida y el alma a favor de ella. Es parte importante del folklore y mitología guatemalteca, pero es principalmente una leyenda perteneciente al folklore salvadoreño
La Historia
Originalmente llamada Sihuehuet (mujer hermosa), tenía un romance con el hijo del dios Tlaloc, del cual resultó embarazada. Ella fue una mala madre, dejaba solo a su hijo para satisfacer a su amante. Cuando Tlaloc descubrió lo que estaba ocurriendo maldijo a Sihuehuet llamándola Sihuanaba (mujer horrible). Ella sería hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se le acercaran, daría vuelta y se convertiría en un ser horrible.
El dios la condenó a vagar por el campo, apareciéndose a los hombres que viajan solos por la noche. Dicen que es vista por la noche en los ríos de El Salvador, lavando ropa y siempre busca a su hijo el Cipitío, al cual le fue concedida la juventud eterna por el dios Tlaloc, como sufrimiento para ella.
Según lo que cuenta la leyenda, todos los trasnochadores están propensos a encontrarla. Sin embargo, persigue con más insistencia a los hombres enamorados, a los Don Juanes que hacen alarde de sus conquistas amorosas. A estos, la Siguanaba se les aparece en cualquier tanque de agua en altas horas de la noche, o a orillas de ríos según otras versiones. La ven bañándose con guacal de oro y peinando su hermoso cabello negro con un peine del mismo metal, su bello cuerpo se trasluce a través del camisón.
Algunas tradiciones mencionan que el hombre que la mira se vuelve loco por ella. Entonces, la Siguanaba lo llama, y se lo va llevando hasta un barranco. Enseña la cara cuando ya se lo ha ganado, su rostro se vuelve pálido como de muerta, sus ojos se salen de sus cuencas y se tornan rojos como si sangraran, su antes tersa y delicada piel se torna arrugada y verduzca, sus uñas crecen y suelta una estridente risa que paraliza de terror al que la escucha. Para no perder su alma, el hombre debe morder una cruz o una medallita y encomendarse a Dios. Otra forma de librarse del influjo de la Siguanaba, consiste en hacer un esfuerzo supremo y acercarse a ella lo más que se pueda o sea posible, tirarse al suelo cara al cielo, estirar la mano hasta tocarle el pelo, y luego halárselo. Así la Siguanaba se asusta y se tira al barranco.
Otras versiones dicen que debe agarrarse de una mata de escobilla, y así, cuando ella tira de uno, al agarrase la víctima de la escobilla, ella siente que le halan el pelo. Esta última práctica es más efectiva, ya que es el antídoto propio que contrarresta el poder maléfico de esta mujer mágica. Un método funcional al observar a una mujer en el río sin saber si es la Siguanaba, consiste en gritar tres veces seguidas: “No te vas a ir María pata de gallina”; si es la Siguanaba se asustará y se lanzará al barranco, si no era ella te dirán que sos un loco; pero se te pasara el susto. Toma las precauciones del caso de lo contrario no te preguntes si algún día te dicen que fuiste jugado por la Siguanaba.
La Siguanaba (del quiché Siguan barranco, abismo Waná Hermana y B’a Espectro) es un ser mitológico en forma de mujer fantasma de hermoso cuerpo que se les presenta a los hombres que son infieles. Al mirarla de cerca tiene el rostro de una yegua. Según el relato cultural, aparece regularmente en las áreas donde no hay mucha infraestructura, especialmente en los basureros y barrancos, a donde lleva a los hombres enamorados de ella y los hace caer haciendo que pierdan la vida y el alma a favor de ella. Es parte importante del folklore y mitología guatemalteca, pero es principalmente una leyenda perteneciente al folklore salvadoreño
La Historia
Originalmente llamada Sihuehuet (mujer hermosa), tenía un romance con el hijo del dios Tlaloc, del cual resultó embarazada. Ella fue una mala madre, dejaba solo a su hijo para satisfacer a su amante. Cuando Tlaloc descubrió lo que estaba ocurriendo maldijo a Sihuehuet llamándola Sihuanaba (mujer horrible). Ella sería hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se le acercaran, daría vuelta y se convertiría en un ser horrible.
El dios la condenó a vagar por el campo, apareciéndose a los hombres que viajan solos por la noche. Dicen que es vista por la noche en los ríos de El Salvador, lavando ropa y siempre busca a su hijo el Cipitío, al cual le fue concedida la juventud eterna por el dios Tlaloc, como sufrimiento para ella.
Según lo que cuenta la leyenda, todos los trasnochadores están propensos a encontrarla. Sin embargo, persigue con más insistencia a los hombres enamorados, a los Don Juanes que hacen alarde de sus conquistas amorosas. A estos, la Siguanaba se les aparece en cualquier tanque de agua en altas horas de la noche, o a orillas de ríos según otras versiones. La ven bañándose con guacal de oro y peinando su hermoso cabello negro con un peine del mismo metal, su bello cuerpo se trasluce a través del camisón.
Algunas tradiciones mencionan que el hombre que la mira se vuelve loco por ella. Entonces, la Siguanaba lo llama, y se lo va llevando hasta un barranco. Enseña la cara cuando ya se lo ha ganado, su rostro se vuelve pálido como de muerta, sus ojos se salen de sus cuencas y se tornan rojos como si sangraran, su antes tersa y delicada piel se torna arrugada y verduzca, sus uñas crecen y suelta una estridente risa que paraliza de terror al que la escucha. Para no perder su alma, el hombre debe morder una cruz o una medallita y encomendarse a Dios. Otra forma de librarse del influjo de la Siguanaba, consiste en hacer un esfuerzo supremo y acercarse a ella lo más que se pueda o sea posible, tirarse al suelo cara al cielo, estirar la mano hasta tocarle el pelo, y luego halárselo. Así la Siguanaba se asusta y se tira al barranco.
Otras versiones dicen que debe agarrarse de una mata de escobilla, y así, cuando ella tira de uno, al agarrase la víctima de la escobilla, ella siente que le halan el pelo. Esta última práctica es más efectiva, ya que es el antídoto propio que contrarresta el poder maléfico de esta mujer mágica. Un método funcional al observar a una mujer en el río sin saber si es la Siguanaba, consiste en gritar tres veces seguidas: “No te vas a ir María pata de gallina”; si es la Siguanaba se asustará y se lanzará al barranco, si no era ella te dirán que sos un loco; pero se te pasara el susto. Toma las precauciones del caso de lo contrario no te preguntes si algún día te dicen que fuiste jugado por la Siguanaba.
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EL CIPITÍO
El Cipitío o Cipitillo, llamado originalmente Cipit, es un personaje de leyenda en El Salvador. Proviene de una historia religiosa de la época precolombina, narrando su árbol genealógico y los motivos por los cuales fue castigado junto a su madre. Tiene vestimenta y costumbres sumamente peculiares, se le atribuye una diversidad de habilidades, facultades y poderes sobrenaturales que, sin perjuicio de nadie, usa para divertirse.
El personaje es parte importante de la cultura salvadoreña, tomando lugar como icono de los vestigios ancestrales del país. Autores y guionistas han retomado la figura en sus obras; además, ha sido de inspiración para el rodaje de una serie televisiva que trata problemas culturales y sociales salvadoreños desde la perspectiva de la leyenda del Cipitío.
Historia
Nació de la relación que tuvo su madre Ziguet (Sihuet) (diosa Luna) con el dios Lucero de la Mañana, traicionando al dios Sol. Es por eso que el dios de dioses, Teotl condenó tanto a la madre como al hijo. A la madre la degradó de su categoría de diosa Luna a mujer errante y al niño le condenó a nunca crecer, y conservarse por siempre en la edad de diez años.
Durante siglos, Cipit fue el dios de las relaciones prohibidas y adulteras, en la actualidad es un icono de la cultura salvadoreña donde es representado como un niño alegre y que vaga errante.
El Cipitío es un ser propio del folklore salvadoreño. La leyenda ha evolucionado de generación en generación, adaptando muchos de los elementos de la misma para no perder vigencia; aunque en el fondo, conserva la esencia ancestral. El nombre viene del nahuat Cipit, que significa niño, de donde se deforma la palabra “Cipote” utilizada para nombrar a los infantes en El Salvador.
Aspecto físico
Cipit es hijo de dioses, pero su aspecto es el de un niño de bajas condiciones sociales y económicas. Se manifiesta su condición de niño, con una enorme barriga y con el poder de teletransportarse. Viste ropa de manta, caites y un sombrero de palma puntiagudo y de grandes alas.
Por otro lado, el Cipitío tiene una deformación en los pies, teniéndolos al revés y causando confusiones por donde camina. Los campesinos intentan seguir sus huellas, perdiéndose puesto que, dada la deformación física, estos siguen el camino de manera errónea, yendo al lado contrario al correcto.
Costumbres
Departamento de San Vicente, donde se sitúa tradicionalmente el Cipitío.
Frecuenta los trapiches de las moliendas de caña, le gusta comer y bañarse con cenizas, también gusta de frecuentar ríos y es un eterno enamorado de las muchachas a las que constantemente les espía, silba, o arroja piedrecitas y flores. Su alimentación está basada en cenizas y guineos. Además la Mitología Cuscatleca lo ubica en la región de San Vicente, aunque puede teletransportarse con facilidad.
Carácter
Aunque no es ofensivo, es hostigoso. Generalmente hace bromas con las cuales se burla de las personas, carcajeándose sonoramente. De igual manera, se ha escuchado mencionar en la lengua salvadoreña que cuando una chica es objeto de su hostigamiento, la solución para alejarlo es comer en el baño, frente a la taza de un inodoro; esto debido a que se supone que él siente asco fácilmente con los malos hábitos de las personas; por lo que se supone que ésta es la solución más efectiva cuando una mujer está siendo objeto de sus hostigamientos.
PERSONAJE QUE HA INSPIRADO EN DIVERSAS FORMAS Y DE MANERA CULTURAL
De la leyenda del Cipitio se ha generado una Serie televisiva que es transmitida por Televisión Cultural Educativa de El Salvador que se produjo desde 1990 a 1992, la serie “Las Aventuras del Cipitío”, protagonizada por el actor nacional José Rolando Menéndez Castro, quien acompañado de actores locales, dio vida en la pantalla a un personaje propio del país. En el año 2005, el Ministerio de Educación lanzó la serie “Las nuevas aventuras del Cipitío”, las cuales son transmitidas por canal 10. Las historias se ven enriquecidas con personajes como el Brujo Barbujo, Humazón, don Progreso, Dora Metralla y la Bruja Malinchinela.
En cuanto a la fidelidad de la serie con respecto a la tradición, el aspecto físico del Cipitío es casi exactamente calcado del tradicional, salvo por los pies al revés, que por ser un actor humano, no podían simularse tan fácilmente. Las historias son bastante distantes de la tradición, intentando tratar temáticas contemporáneas y responder a las necesidades actuales de la niñez salvadoreña.
El Cipitío en la literatura
Autores salvadoreños le han dedicado parte de su obra. Miguel Ángel Espino, en su libro Mitología de Cuscatlán cita:
“Han pasado los tiempos. El mundo ha cambiado, se han secado ríos y han nacido montañas, y el hijo de la Siguanaba aún tiene diez años. No es raro que esté, montado sobre un lirio o escondido entre el ramaje, espiando a las muchachas que se ríen a la vuelta del río”.
Salarrué, por su parte, en su libro Trasmallo incluye un cuento llamado El Cipe, donde en un diálogo entre dos personajes de la campiña salvadoreña se le describe :
- Usté ¿nuá visto nunca al Cipitiyo, Culapio?
- ¡ En jamás, don Agrelio!…
- Yo lei visto una tan sola, en Jalponga, comiéndose a hora diánimas los elotes diuna milpa. Veya usté : lleva un sombrerón deste calibre; un calzón blanquiyo, shuco, shuco, y amarrado poraquí con un mecateplátano. Su estatura es menor quel diun chumpe y va jumándose un purote. El caidizo del sombrero le tapa toda la carita, menos la jetía puntuda y con sus tres pelos como el nance. La camisona le varrastrando por el suelo, toda rompida y los caites liacen : plash, plash…Yo lice envite porque estaba bolo, y cuando quise echarle pesca, se iscabuyó el hijuepuerca entre las milpas, dejando un tufito, ansina como el del zorriyo.
El personaje es parte importante de la cultura salvadoreña, tomando lugar como icono de los vestigios ancestrales del país. Autores y guionistas han retomado la figura en sus obras; además, ha sido de inspiración para el rodaje de una serie televisiva que trata problemas culturales y sociales salvadoreños desde la perspectiva de la leyenda del Cipitío.
Historia
Nació de la relación que tuvo su madre Ziguet (Sihuet) (diosa Luna) con el dios Lucero de la Mañana, traicionando al dios Sol. Es por eso que el dios de dioses, Teotl condenó tanto a la madre como al hijo. A la madre la degradó de su categoría de diosa Luna a mujer errante y al niño le condenó a nunca crecer, y conservarse por siempre en la edad de diez años.
Durante siglos, Cipit fue el dios de las relaciones prohibidas y adulteras, en la actualidad es un icono de la cultura salvadoreña donde es representado como un niño alegre y que vaga errante.
El Cipitío es un ser propio del folklore salvadoreño. La leyenda ha evolucionado de generación en generación, adaptando muchos de los elementos de la misma para no perder vigencia; aunque en el fondo, conserva la esencia ancestral. El nombre viene del nahuat Cipit, que significa niño, de donde se deforma la palabra “Cipote” utilizada para nombrar a los infantes en El Salvador.
Aspecto físico
Cipit es hijo de dioses, pero su aspecto es el de un niño de bajas condiciones sociales y económicas. Se manifiesta su condición de niño, con una enorme barriga y con el poder de teletransportarse. Viste ropa de manta, caites y un sombrero de palma puntiagudo y de grandes alas.
Por otro lado, el Cipitío tiene una deformación en los pies, teniéndolos al revés y causando confusiones por donde camina. Los campesinos intentan seguir sus huellas, perdiéndose puesto que, dada la deformación física, estos siguen el camino de manera errónea, yendo al lado contrario al correcto.
Costumbres
Departamento de San Vicente, donde se sitúa tradicionalmente el Cipitío.
Frecuenta los trapiches de las moliendas de caña, le gusta comer y bañarse con cenizas, también gusta de frecuentar ríos y es un eterno enamorado de las muchachas a las que constantemente les espía, silba, o arroja piedrecitas y flores. Su alimentación está basada en cenizas y guineos. Además la Mitología Cuscatleca lo ubica en la región de San Vicente, aunque puede teletransportarse con facilidad.
Carácter
Aunque no es ofensivo, es hostigoso. Generalmente hace bromas con las cuales se burla de las personas, carcajeándose sonoramente. De igual manera, se ha escuchado mencionar en la lengua salvadoreña que cuando una chica es objeto de su hostigamiento, la solución para alejarlo es comer en el baño, frente a la taza de un inodoro; esto debido a que se supone que él siente asco fácilmente con los malos hábitos de las personas; por lo que se supone que ésta es la solución más efectiva cuando una mujer está siendo objeto de sus hostigamientos.
PERSONAJE QUE HA INSPIRADO EN DIVERSAS FORMAS Y DE MANERA CULTURAL
De la leyenda del Cipitio se ha generado una Serie televisiva que es transmitida por Televisión Cultural Educativa de El Salvador que se produjo desde 1990 a 1992, la serie “Las Aventuras del Cipitío”, protagonizada por el actor nacional José Rolando Menéndez Castro, quien acompañado de actores locales, dio vida en la pantalla a un personaje propio del país. En el año 2005, el Ministerio de Educación lanzó la serie “Las nuevas aventuras del Cipitío”, las cuales son transmitidas por canal 10. Las historias se ven enriquecidas con personajes como el Brujo Barbujo, Humazón, don Progreso, Dora Metralla y la Bruja Malinchinela.
En cuanto a la fidelidad de la serie con respecto a la tradición, el aspecto físico del Cipitío es casi exactamente calcado del tradicional, salvo por los pies al revés, que por ser un actor humano, no podían simularse tan fácilmente. Las historias son bastante distantes de la tradición, intentando tratar temáticas contemporáneas y responder a las necesidades actuales de la niñez salvadoreña.
El Cipitío en la literatura
Autores salvadoreños le han dedicado parte de su obra. Miguel Ángel Espino, en su libro Mitología de Cuscatlán cita:
“Han pasado los tiempos. El mundo ha cambiado, se han secado ríos y han nacido montañas, y el hijo de la Siguanaba aún tiene diez años. No es raro que esté, montado sobre un lirio o escondido entre el ramaje, espiando a las muchachas que se ríen a la vuelta del río”.
Salarrué, por su parte, en su libro Trasmallo incluye un cuento llamado El Cipe, donde en un diálogo entre dos personajes de la campiña salvadoreña se le describe :
- Usté ¿nuá visto nunca al Cipitiyo, Culapio?
- ¡ En jamás, don Agrelio!…
- Yo lei visto una tan sola, en Jalponga, comiéndose a hora diánimas los elotes diuna milpa. Veya usté : lleva un sombrerón deste calibre; un calzón blanquiyo, shuco, shuco, y amarrado poraquí con un mecateplátano. Su estatura es menor quel diun chumpe y va jumándose un purote. El caidizo del sombrero le tapa toda la carita, menos la jetía puntuda y con sus tres pelos como el nance. La camisona le varrastrando por el suelo, toda rompida y los caites liacen : plash, plash…Yo lice envite porque estaba bolo, y cuando quise echarle pesca, se iscabuyó el hijuepuerca entre las milpas, dejando un tufito, ansina como el del zorriyo.
Publicado por Tony Echeverria en 14:39 0 comentarios
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